Configurando un eje fundamental dentro de la actividad de sectores como el alimentario, farmacéutico, textil y un largo etcétera, el sector de la logística y el transporte no para de progresar.
Pero, unido a este crecimiento, también aumenta la parte oculta del sector, aquella inestabilidad característica que hace mantener alerta a todas las empresas dedicadas a este campo.
Llevar un control de la llegada de las mercancías, niveles de stock, movimientos de los productos dentro del almacén, preparación de pedidos y posterior distribución no resulta fácil. Con el crecimiento de la actividad del sector sumado a factores como el crecimiento de demanda en temporadas como las rebajas o festivos, llevar un control de los procesos logísticos puede suponer un gran desafío.
El progreso del sector logístico se puede ver reflejado en sus datos. El sector de la logística y el transporte en España ya representa el 7,9% del PIB español, cifra que se eleva a un 10% si añadimos las actividades logísticas que llevan a cabo empresas industriales, comerciales y de servicios. Esta información, obtenida de Invest in Spain, muestra el crecimiento de sus labores dentro del mercado español, y su gran aportación a la economía.
Para poder hacer frente a esta situación se han desarrollado distintas herramientas capaces de llevar a cabo un mejor control de la actividad logística.
Trazabilidad logística
El concepto de trazabilidad llega para ayudar a controlar todos los procesos que se dan a lo largo de la cadena de suministro. Poder mantener un control sobre las mercancías de manera prácticamente completa – desde su origen hasta todos los procesos que pasa y su posterior distribución – es posible y cada vez más necesario en un sector con tantos volúmenes de información.
Obteniendo y ordenando la información procedente de las distintas fases por las que pasa cada carga se puede ayudar tanto a la empresa como a los clientes a mantener un control sobre sus productos.
Beneficios en la cadena de suministro
Cuando hablamos de los beneficios que otorga la trazabilidad con respecto a la variabilidad característica del sector, nos podemos enfocar en los dos mayores afectados: la empresa y sus clientes.
La empresa
Poder llevar el máximo control de todas las operaciones que se realizan en tu negocio es una gran ventaja, y más cuando hablamos de empresas sustentadas en la actividad logística o de distribución. En estas áreas, dominadas por la necesidad de afrontar altos volúmenes de demanda de forma rápida y precisa, pueden surgir grandes problemas en la pérdida de mercancías o datos.
Incorporando herramientas tecnológicas que ayuden a mantener un control de la mercancía, movimiento y procedencia de cada carga se pueden obtener numerosos beneficios como la reducción de incidencias, una mejora en la toma de decisiones y un perfeccionamiento de las gestiones realizadas dentro del almacén – evitando pérdidas y mejorando su organización -, entre muchos otros. De esta manera se logran grandes cambios como reducir de manera sustancial los costes operativos y mejorar la calidad y los trámites llevados a cabo.
Los clientes
Por otra parte, tenemos el papel del propio consumidor de estos bienes. Ya sea un comercio minorista o el propio cliente final, la realidad es que poder llevar un control del movimiento y lugar en el que se encuentra un paquete genera un valor añadido para toda empresa. En el reparto de mercancías algunos equipos utilizan sistemas de entrega mediante PDA, permitiendo a los clientes disponer de un tracking en tiempo real gracias al seguimiento y control centralizado de las rutas. Contar con un servicio de trazabilidad online – de acceso restringido y con una actualización en tiempo real – ayuda al consumidor a poder anticiparse y conocer el estado de su paquete de una manera cómoda, sencilla y rápida.
Ante los constantes cambios que sufre un sector como éste, poder llevar una trazabilidad sobre los procesos que viven las mercancías ayuda a solucionar un problema derivado de este crecimiento sustancial del sector: la falta de control. Cada vez son más los negocios que buscan ofrecer un valor añadido al cliente. Poder entender y controlar los procesos que se viven dentro del área de la gestión logística ayudan a mejorar la imagen del propio negocio de cara tanto a clientes como distribuidores.